La traducción o adaptación de los nombres a un idioma concreto trae de cabeza a los profesionales del lenguaje
Por regla general, los nombres de los clubes de fútbol extranjeros se escribirán en español según las normas de esta lengua, incluida la traducción al castellano de los topónimos, siempre que exista esta posibilidad. De este modo, por ejemplo, hablaremos del Oporto, y no del Porto; del Gotemburgo, y no del Göteborg; del Nápoles, y no del Napoli; del Basilea, y no del Basel; y del Brujas, y no del Bruges.
No obstante, existen algunas excepciones. La Real Academia Española (RAE) recomienda escribir Mánchester para referirse a la ciudad inglesa, ya que su acentuación no plantea problemas de adecuación al sistema gráfico español; sin embargo, en los casos en que forme parte de un nombre propio (Manchester United, Manchester City) se respeta la grafía original, sin tilde, tal y como añade la Fundéu.
Italia y Alemania
Distinto es el caso del Milan, ya que el nombre oficial es ese (y no el topónimo italiano Milano), dado que sus fundadores eran los ingleses Alfred Edwards y Herbert Kilpin. Es decir, lo adecuado es escribirlo sin tilde, pero también se acepta Milán. Lo mismo ocurre con el Genoa, que admite Génova, y con el Bologna (o Bolonia). Otras excepciones italianas son el Torino, la Fiorentina y el Udinese (siendo estos dos últimos gentilicios). En cambio, con el Internazionale Milano no hay dudas: es el Ínter de Milán.
Viajamos a Alemania. El club más laureado es el Bayern de Múnich (y no Baviera, que es su traducción). Tampoco se traducen el Eintracht (que significa unidad, concordia) ni ningún Borussia (Prusia), que hay varios, incluyendo el Dortmund y el Mönchengladbach. Por el contrario, se recomienda castellanizar Köln (Colonia), Wolfsburg (Wolfsburgo), Freiburg (Friburgo), Mainz (Maguncia) y Augsburg (Augsburgo). ¡Menudo lío!
Steaua, pero Estrella Roja
En el resto de ligas hay un poco de todo. En Francia, por ejemplo, juegan el Niza (y no el Nice), el Olympique de Marsella (ni Olímpico ni Marseille) y el Mónaco (y no Monaco), pero casi todos los equipos mantienen la forma francesa, algo similar a lo que sucede en Países Bajos, pero en neerlandés. Salvo el Sparta de Róterdam (y no Rotterdam) y el Ajax de Ámsterdam (en lugar de Amsterdamsche), la mayoría de los clubes conservan el nombre original en los medios españoles, como el Vitesse (velocidad).
Con los rusos, bastante hay con adaptar el alfabeto cirílico al español. Por lo demás, nada cambia: Spartak, Lokomotiv… Sí lo hace el Dinamo de Kiev ucraniano (mejor que Dynamo Kyiv). Asimismo, es Steaua de Bucarest (y no Estrella de Bucarest), pero sí se traduce Crvena Zvezda (Estrella Roja, de Belgrado). Por último, aunque los ejemplos son muchísimos, la Fundéu prefiere la forma Fenerbahçe para referirse al equipo turco, en lugar de Fenerbahce o Fenerbache, y Olimpiakós para el Olympiacos griego, aunque también esta es una opción válida. Lo mejor es aprenderse cada uno de los casos.