Los trofeos de campeón sufren, de vez en cuando, las consecuencias de la euforia desmedida de los jugadores y de los aficionados
Estas son las historias de los trofeos de fútbol que terminaron despedazados fruto de la euforia de la celebración. Los hay que incluso terminaron en las manos de algún ladronzuelo de tres al cuarto y que nunca más se recuperaron.
La Copa Jules Rimet
La Copa Jules Rimet era el premio que recibían las selecciones campeonas del mundo hasta 1970, antes del actual trofeo de la Copa del Mundo. Pero, de repente, desapareció para siempre. Era de oro, un botín muy apetitoso para los ladrones, que lo sustrajeron de Brasil en 1983 y, supuestamente, lo fundieron. Unos años antes, en 1966, también fue objeto de robo durante una exposición en Inglaterra, pero un perro llamado Pickles lo encontró entre unos arbustos envuelto en papel de periódico.
Once Caldas y la Copa Libertadores
Ocurrió en 2004, cuando el equipo colombiano Once Caldas se impuso en la final de la Copa Libertadores a Boca Juniors. Todo era alegría, y el trofeo sufrió las consecuencias. «Yo rompí la Copa Libertadores», admitió Herly Alcázar en la revista Soho, aunque, a decir verdad, no hizo nada extraordinario para destrozarla: saltar de satisfacción con el premio en las manos. «Agarré la copa, la besé y empecé a saltar con ella. Pensé que era compacta, pero el muñeco de encima estaba sostenido solo por un cablecito y las orejas parecían unidas por un pegamento», recordaba. La figura salió por un lado, la tapa, por otro, y también otra pieza voló. Un aficionado recogió los restos y los entregó al club.
Italia y la Copa del Mundo
El capitán de la selección campeona del mundo del 2006, el italiano Fabio Cannavaro, confesó hace unos meses en Instagram que la copa se les «rompió nada más llegar a Italia». Pero añadió que era una réplica de la original, por lo que el drama es menor: «La copa que ves en televisión cuando ganan los jugadores es la real y auténtica, es la que recoges en el campo […]. Luego, en los vestuarios, llegan los chicos de la FIFA con una maleta, cogen la copa y se la llevan; te dan otra y se van».
Sergio Ramos y la Copa de SM el Rey
Esta es, sin lugar a dudas, una de las anécdotas más conocidas y recordadas. La Copa del Rey que ganó el Real Madrid en la temporada 2010-11, la primera del club blanco en 18 años, terminó destrozada porque al entonces jugador del equipo Sergio Ramos se le escurrió de las manos desde lo alto del autobús de celebración y terminó atropellada por el vehículo. Se encuentra expuesta en el museo de la Real Federación Española de Fútbol.
Stekelenburg y la Eredivisie
El portero del Ajax Marteen Stekelenburg hizo un Sergio Ramos poco después. Durante la celebración de la Eredivisie de la temporada 2010-11, la liga neerlandesa, al guardameta se le resbaló el trofeo de las manos desde lo alto del autobús de celebración.
Tres empleados del Chelsea y la Champions League
El Chelsea ganó su primera Champions League en la temporada 2011-12, tras imponerse en los penaltis al Bayern, y levantó la copa sin mayores sobresaltos. El problema llegó en Londres, informó el Daily Mail. Tres empleados de la seguridad del club blue sacaron el trofeo de su vitrina, en un horario en el que no tenían permiso para estar allí, y se fotografiaron con él. Nadie se hubiera enterado si no fuera porque una de las asas quedó colgando y, aunque trataron de camuflar el desperfecto, otro compañero se percató del incidente al día siguiente y la historia salió a la luz.
Blind y la Eredivisie
El futbolista del Ajax Daley Blind tiró, sin querer, el trofeo de campeón de la Eredivisie 2012-13 durante la celebración del título.
Guardiola y la Ensaladera
El técnico Pep Guardiola también sufrió un contratiempo con un trofeo: la Ensaladera de campeón de la Bundesliga, en 2014. Admitió que se le resbaló porque tenía las manos mojadas de cerveza. No se rompió.

Alemania y la Copa del Mundo
La selección alemana dañó la Copa del Mundo durante los festejos por la conquista del Mundial del 2014. Lo admitió el presidente de la Federación Alemana de Fútbol, aunque los desperfectos fueron mínimos: «En algún punto, una pequeña pieza de nuestro trofeo se desprendió, pero no hay que preocuparse, porque hay especialistas que pueden arreglarlo».
Rooney, Carrick y la FA Cup
La FA Cup es otra de las víctimas. En este caso, la tapa del trofeo saltó por los aires cuando Wayne Rooney y Michael Carrick, del Manchester United, lo levantaron en la temporada 2015-16.
El Manchester City y la Premier League
El Manchester City conquistó su quinta liga en el curso 2017-18 y, tras ello, expuso el trofeo en una peana en el césped para ofrecerlo a los aficionados. Sin embargo, los jugadores estaban tan excitados celebrando el título que, sin querer, tiraron la copa al suelo (se despegó de su base). ¡Hasta Sergio Ramos les ofreció ayuda para repararla!
El Atlanta United y la US Open Cup
El Atlanta United estadounidense recogió su primera US Open Cup en 2019… pero el trofeo se rompió durante la celebración en el vestuario. En concreto, terminó dividido en tres partes: base, cuerpo y tapa.

Aubameyang y la FA Cup
No fue su culpa: la base del trofeo estaba suelta. Pierre-Emerick Aubameyang, capitán del Arsenal, lo fue a recoger y, cuando se disponía a levantarlo, la FA Cup se desmontó. Era la temporada 2019-20.
El Zenit y la Copa de Rusia
Julio del 2020, en plena pandemia. El Zenit gana la Copa de Rusia y su capitán, Branislav Ivanovic, la rompe nada más levantarla. El jugador alzó el trofeo, de cristal, sosteniéndolo por la base, pero no contaba con que el premio vencería hacia delante por el peso. Resultado: la tapa hecha añicos. Podía ser peor.