Son diversos los equipos que comparten colores, aunque a cada uno se le conoce de un modo distinto en función de los tonos de su indumentaria
En el mundo hay muchísimos equipos de fútbol y, aunque hay infinidad de colores, es habitual que algunos clubes tengan diseños similares. En especial, los rayados. Sin embargo, los calificativos varían en función de cada entidad, y no es lo mismo verdiblanco que blanquiverde, ni rojiblanco que blanquirrojo o que franjirrojo.
En el caso del blanquiazul no hay discusión. Todo equipo que viste de blanco y azul se conoce así. Tal vez el más conocido es el Espanyol, pero también se aplica al Tenerife, al Deportivo de la Coruña, al Hércules, al Málaga, al Leganés, y a la Real Sociedad, entre otros, aunque para el club vasco es más habitual el calificativo en euskera: txuri urdin.
Negro y rojo
No hay mucha confusión para los azulgranas, que son pocos. El más conocido es el Barça, pero también utilizan estos colores el Eibar y el Levante, por ejemplo. Y tampoco con los blanquinegros, como el Badajoz, el Cartagena y la Juventus (bianconeri). De hecho, en Italia son más de combinaciones con el negro: neroazzurri (Inter); rossoneri (Milan)…
La cosa cambia para los equipos en cuyo uniforme predominan el blanco y el rojo. Son rojiblancos el Athletic, el Atlético, el Almería y el Sporting de Gijón, por poner algunos ejemplos. Eso solo en España. Sin embargo, también existen los blanquirrojos, como el Logroñés, el Sevilla y la selección de Perú. Y los albirrojos, casos del Girona y el Lugo. Por el contrario, el Rayo Vallecano es el conjunto franjirrojo, porque una franja roja en diagonal cruza su camiseta blanca (es idéntica a la del combinado nacional peruano).

Betis, Elche y Córdoba
Lo mismo ocurre con aquellos que visten de verde y blanco. El Betis es, sin duda, el equipo verdiblanco. En cambio, el Córdoba es blanquiverde. Y el Elche es franjiverde, porque una raya verde horizontal cruza su camiseta blanca a la altura del pecho.
Como se ve, la lista es muy larga y, a priori, no parece que haya ninguna norma que explique el distinto nombre para los mismos colores. Corre una teoría que sugiere que el tono predominante va delante, pero no siempre es así. Y, de hecho, estos calificativos se usan desde los inicios del fútbol. Será, pues, para distinguir a unos y otros.