El balompié es una fuente de inspiración para los artistas desde que existe; pinturas y esculturas de todo tipo reflejan lo que supone el deporte rey en el mundo
El fútbol ha servido de inspiración a los artistas desde que existe, como muestra esta galería de 75 pinturas y esculturas. La lista podría ser más extensa si se añadieran, por ejemplo, los carteles promocionales de cada Mundial, o las obras de dibujantes como Valentí Castanys, Cesc, Óscar Nebreda y Kap. ¡A disfrutar!
Esta pieza forma parte de la colección ‘Como los dioses’, en la que el artista pintó a numerosos futbolistas como si se tratase de auténticas personalidades de época. Destacan los retratos de Maradona, Salah, Cristiano Ronaldo, Messi, Casillas, Cantona, Rooney y Zidane, entre otros.Retrato de Leo Messi al estilo japonés.‘Pop Art Soccer’, de Anthony MattosEsculpida en 1963, esta pieza muestra el momento en el que un portero se lanza a detener un balón; ambos se funden. Para el autor, el cancerbero es símbolo de la victoria contra el rival.Gouache. Medidas: 33×33.
Barça, por Jordi Alumà‘Esperit blaugrana’, de Jordi AlumàLitografía de 1999, de 42,5×32,5, realizada con motivo del centenario del FC Barcelona. En ella, se ve el dibujo de una bota de fútbol, un pequeño recuadro con los colores azulgrana, y las palabras “Barça” y “100 anys”, entre otros.
Obra de 1917 en la que el autor modernista danés da más importancia a los colores que a los detalles, ya que, salvo el portero, ninguno de los personajes de la escena tiene manos ni pies. Se trata de una interpretación cubista y dinámica.Gol de Quintero (River Plate) al Boca Juniors en la final de la Copa Libertadores del 2018, disputada en el Santiago Bernabéu.Gol de Maradona a River Plate a su paso por Boca Juniors.En esta obra, el autor retrata el gol de Estudiantes que le hizo campeón ante el Manchester United en 1968. El artista se ha convertido en el pintor de las hinchadas, con muchos pasajes futboleros, pero aquí no caben todos…El autor pintó a Rafael Moreno, Pichichi, delantero del Athletic, en esta obra de 1920 en la que el futbolista dialoga con la que sería su esposa, Avelina Rodríguez Miguel. Se encuentra en el despacho presidencial de la sede del club.El autor se especializó en reflejar costumbres cotidianas y fiestas vascas de una manera alegre y humorística, como en esta pintura futbolera de 1914, en la que el balón es una calabaza.Cartel de conmemoración del 75 aniversario del FC Barcelona (1974). El autor combina sus signos y trazos característicos con el escudo del club y la palabra Barça escrita a mano.Litografía de 76×55 que Dalí elaboró con motivo del 75 aniversario del Barça, en 1974.Realizado en 1952, este cuadro se convirtió en la pintura de un partido de fútbol más cara de la historia: se subastó por 20 millones de euros en 2019. Se trata de una obra con una rica gama de colores, desde el verde azulado hasta el blanco brillante, que el autor plasmó en su apogeo y representa, también, un momento decisivo en la historia del arte occidental de posguerra.Pintado en 1952, en este cuadro se intuye un portero, vestido de negro, tratando de desbaratar una jugada de ataque.Los futbolistas de Nicolas de StaëlLos futbolistas de Nicolas de StaëlÓleo pintado por el autor en 1952.Óleo sobre masonita de 57×77,2 pintado por el autor abstracto en 1952 en el marco de una serie de 24 cuadros de futbolistas que realizó tras asistir a un partido entre Francia y Suecia en el Parque de los Príncipes. Para ello, usó la técnica de los empastes.Acrílico sobre tela de 95x130cm pintado en 2014 en el que figuran numerosos seguidores de la selección argentina de fútbol, con distintas expresiones.Acrílico sobre tela en donde se intuye a un Diego Maradona feliz con la camiseta de Argentina tras marcar un gol.Obra expresionista en la que hay tres futbolistas, pero no el balón, aunque es lo de menos. El autor se centra en el gesto atlético de los deportistas y en captar la tensión en los gestos, las camisetas y los músculos. Tampoco tienen rostro, lo que sugiere un homenaje del autor a los futbolistas de los que nadie se acuerda. Es un óleo de 1965, de 160×132 que forma parte de la Collezione Mario Piccinini, en Florencia.Óleo sobre tela de 97×130 pintado en 1935 en donde se ve a unos niños jugando al fútbol en un descampado sin pasto (que a la vez sirve como potrero), junto a un cementerio. Los colores y el paisaje sitúan la escena en una zona rural y minera.Esta pintura de 1987 y 211×274,7 está expuesta en la National Gallery de Escocia. Con ella, el autor muestra la excesiva violencia en el fútbol de la década de 1980 y evoca la rivalidad entre el Rangers y el Celtic. La tensión se masca en las gradas, a lado y lado del terreno de juego.La obra se define como una acción frenética de vitalidad y color, donde un portero salta sobre los jugadores de la selección de Italia (en homenaje al Mundial ganado en 1934) para despejar un balón con la mano. Pintado en 1934, se expone en la Galleria Comunale d’Arte Moderna e Contemporanea de Roma, aunque vio la luz en la Quadriennale Romana de 1935, donde Carrà participó con algunas obras.Pintado en 1920, se encuentra en el Museo d’Arte Moderna e Contemporanea de Trento y RoveretoLo único que se sabe de esta joven futbolista es que jugaba en la sociedad Académia de París, como descubren las iniciales que luce en su pecho. En este caso, representa a una futbolista más dulce y femenina. Óleo de 1926-27. Colección particularNada se sabe sobre quién era esta joven futbolista, más allá de que jugaba en la sociedad Nova Femina, como sugieren las iniciales de su pecho. El pelo corto era signo de emancipación femenina en el París de la década de 1920. Óleo de 1926 sobre lienzo de 145×90. Colección particular.Zárraga pintó este cuadro en 1922, con una clara referencia a las Tres Gracias, y en el que aparecen tres jugadoras que él mismo presentó en la hoja de la parte inferior izquierda: «De izquierda a derecha Jeanne Zárraga [su esposa], Henriette Comte, Therese Renaut del club Sportives de Paris campeón de Francia de fútbol femenino en 1922». La pintura muestra a tres mujeres atléticas, independientes, algo revolucionario en la época. Óleo sobre lienzo de 146×114, expuesto en el Museo del Arte Moderno de Ciudad de México.Esta es, posiblemente, la primera naturaleza muerta sobre fútbol. En ella, Zárraga pintó una maleta abierta que contiene un balón de fútbol, una camiseta a rayas rojas y blancas y el diario L’Echo des Sports. Junto a este conjunto hay un par de botas. Óleo sobre lienzo de 1931, 64×80.Zárraga retrató al actor de Hollywood Ramón Novarro con un balón de fútbol en las manos. Óleo sobre lienzo de 1929. Colección privada.El artista mexicano pintaba a muchos de sus futbolistas de medio cuerpo, pero no es el caso de este, al que representa de cuerpo entero. Aprovecha esta perspectiva para dibujar, al fondo, la ciudad y la industria. Óleo de 1926, sobre lienzo de 150×98. Colección privada.El pintor representa aquí a un joven negro con un baló de fútbol en sus manos. Óleo sobre lienzo de 92×72, de 1927. Colección privada.Oléo sobre lienzo de 73×93, de 1925. Colección privada.Este óleo, pintado entre 1924 y 1928 en un lienzo de 175,3×121,9, muestra elementos deportivos, publicitarios e industriales. Los dos jugadores centrales se funden en el pecho con el paisaje, como en los cuadros cubistas. Es todo muy estático, pero al espectador le da sensación de solidez. Colección privada.Zárraga fue un paso más allá en el arte futbolero, ya que fue de los primeros (si no el primero) que representaron jugadores negros y jugadoras. En este cuadro (de 1931), los tres futbolistas visten de blanco y, en el pecho lucen una cruz con las letras IHSV (Con este signo vencerás, en latín), el mismo símbolo que se le apareció al ejército del emperador Constantino en el 312, mientras guiaba a su ejército hacia Roma para pelear contra Massenzio. Fútbol y religión van de la mano en esta obra, que pertenece a una colección privada y mide 214,4×125,5.‘Disparo’, de Glen Green‘Remate de volea’, de Glen GreenEl artista malagueño, autor del ‘Guernica’, siempre fue fiel a su peculiar estilo, que también trasladó a la escultura. En la imagen, un supuesto futbolista de chapa recortada y pintada, de medio metro, que moldeó en la década de 1960. Con posterioridad, representó en cerámica un futbolista zurdo, con una silueta muy parecida a la de este ‘Futbolista’ de metal.Escultura de cerámica de 1965, de 28 centímetros, con la que el artista representa el movimiento de un futbolista zurdo.El ilustrador decoró el techo de la Estación Central de Colonia en 2006 con un anuncio de Adidas, con motivo del Mundial de Alemania de ese mismo año. Tardó 40 días en terminar su obra, inspirada en La apoteosis de San Ignacio de Loyola (1685), de Andrea Pozzo, y en la que destacan Leo Messi, Zinedine Zidane, David Beckham, Kaká y Raúl, entre otros.Óleo sobre tela de 130×81 en el que el artista, posiblemente, homenajea a Cruyff.En 2013, el pintor reprodujo el gol de Leo Messi al Manchester United en la final de la Champions League de la temporada 2008-09.Curiosa manera la del pintor posmoderno de introducir el fútbol en sus cuadros. En esta obra, empleó una tela con pequeños rectángulos en los que se muestran diminutos futbolistas y con la que completa su concepto de Alicia y sus sueños o alucinaciones.El autor es uno de los impulsores del orfismo, un movimiento que se basa en los colores brillantes y las formas circulares, como se aprecia en este cuadro de fútbol.‘Niños jugando al fútbol’, de Fernando BoteroEs una de las pinturas emblemáticas de temática futbolera, y la pintó un hincha del Manchester City en 1928 (a pesar de que el autor nació cerca de Old Trafford, el estadio del Manchester United). En ella, se observa un estadio típico inglés con una tribuna repleta y mucha gente en los alrededores. Valorada en unos 7 millones de euros, los dueños del City se la regalaron a Manuel Pellegrini cuando este dejó el banquillo. Lowry pintó otro instante de un partido de fútbol, en esta ocasión visto desde detrás de una de las porterías.El autor pintó en 1949 esta obra, que se subastó en 2011 por más de 6 millones de euros, y en la que, desde lejos, se ve un campo de fútbol sin gradas, pero rodeado de espectadores, en mitad de una ciudad industrial. Es un óleo de 71,1×91,4.El artista representó en esta obra la final de la Copa FA de 1923, que enfrentó al Bolton y al West Ham (2-0). El estadio estaba abarrotado, y la policía montada tuvo que mantener el control. El cuadro se encuentra en el National Football Museum.También conocido como ‘Campeones de barrio’, este óleo de 203×298 representa un entorno popular, pero urbano. Pertenece a una colección particular.El artista rosarino pintó diversas escenas de fútbol, entre las que destaca esta, de 1937, una obra al óleo que desliza la idea del panamericanismo prevaleciente en ese momento. Mide 184,8×300,4 y se expone en el MoMA.Así era el fútbol del siglo XIX antes de ser fútbol; se jugaba con una vejiga de cerdo, como reflejó Webster en esta obra de 1939.Se trata de una témpera en papel, de 65×60, pintada en 1983.La obra mide 26×36.El pintor recibió el encargo de conmemorar los tres títulos de liga que el Sunderland ganó en cuatro temporadas (1892, 1893 y 1895), y lo plasmó en este lienzo de 1895 que hoy luce en el estadio de los ‘Black Cats’.El pintor Du Jin plasmó una escena de mujeres practicando el ‘cuju’, un juego de pelota considerado el precursor del fútbol. De eso hace unos 700 años.Otro ejemplo de ‘cuju’, juego practicado hace cientos de años en China.Escena de ‘cuju’El pintor Qian Xuan plasmó al emperador Taizu y al primer ministro Zhao Pu en un momento de ocio.El emperador observa una escena de ‘cuju’Se supone que en este cuadro hay un número 4, el dorsal de Billy Bremner, su futbolista preferido. ¿Alguien lo encuentra?Warhol recibió el encargo del coleccionista Richard Weisman para retratar a 10 deportistas campeones del momento. Entre ellos, Pelé, que por aquel entonces jugaba en el New York Cosmos. Así, el artista creó ‘The athletes series’ (1978), una serigrafía en la que, entre otros, aparece el astro brasileño del balón.El fútbol no agrada a todo el mundo, y Joan Brossa es buen ejemplo de ello. Hasta el punto de que le dedicó una obra que bautizó como ‘Enganyifa’ (1998). Se trata de una instalación en dos niveles: en el suelo, balones colocados al azar; en la pared, pinturas figurativas que muestran patas de equinos. Es, sin duda, una crítica a la excesiva atención que la sociedad dedica al balompié.Otro ejemplo de lo que el fútbol era para Brossa lo reflejó en ‘País’ (1988), un balón con una peineta. Fútbol y folklore eran su definición de España en aquel momento.Una imagen vale más que mil palabras, como esta pelota de fútbol a modo de chupete que Joan Brossa realizó en 1986.La escultora plasmó en 1993 el lance de un partido de fútbol muy peculiar, en el que representó a dos futbolistas de formas exuberantes en plena acción, solo separados por un balón blanco. Los llamativos colores de los uniformes de los jugadores tampoco son los habituales en la práctica de este deporte. La obra, que Niki de Saint-Phalle dedicó a sus nietos, se expone en el Museo Olímpico de Lausana.Cuesta identificar algo en esta pintura de 1913, pero si el espectador se fija, en el centro del cuadro destaca la pantorrilla de un futbolista. El resto del cuerpo se desmaterializa en una atmósfera luminosa y parpadeante, un efecto realizado con pinceladas punteadas y colores caleidoscópicos que le confieren a la obra la energía de un joven atleta. Este óleo mide 193,2×201 y se encuentra en el MoMa.El autor pintó un gol a partir de la derrota de un boxeador. En efecto, ‘El guardameta’ (1970) de Dieter Asmus está inspirado en un púgil caído bajo un balón enorme. Ese púgil es Ringo Bonavena, que representó ante la prensa cómo quedaría su rival, Karl Mildenberg, en un combate de 1967. Tres años después, el pintor aprovechó esa fotografía y la transformó en un cuadro balompédico de pocos y llamativos colores.Curioso modo de ver el fútbol. En este cuadro de 1908 –el único del artista con cuerpos en movimiento–, Rousseau pinta solo a cuatro futbolistas, dos por equipo, uno de los cuales trata de jugar el balón con la mano, mientras un rival parece que quiere darle un puñetazo. Ni siquiera hay porterías. Es un óleo sobre lienzo de 100×81,1. Está en el Guggenheim de Nueva York.El artista ampurdanés regaló este cuadro a la UE Santa Andreu en 1977 en el marco de una campaña para ayudar al club barcelonés, que atravesaba serias dificultades económicas. Sin embargo, nunca se vendió y está en paradero desconocido. Se trata de una acuarela-óleo de 90×70. Lo pintó en un día porque, según él, fue «algo cósmico, una chispa universal».El objetivo del pintor era vender el cuadro a fin de recaudar fondos para la Fundación Leo Messi, con la que colaboró. Asimismo, realizó dos copias más de la obra: una está en la Casa Rosada; la otra, la tiene el futbolista en casa. El sueño de Pérez, que también ha retratado a Carlos Tévez y a Pep Guardiola, es que Messi pose para él, ya que esta pintura está hecha a partir de una fotografía.