El libro ‘Poesía y patadas’ recorre los cien años de relación entre el balompié y la literatura
Es uno de esos libros que llaman la atención en las estanterías de cualquier librería, lugares que frecuenta y donde trabaja Miguel Ángel Ortiz. Las tres palabras del título sugieren algo diferente a lo habitual. Porque hay mucho que escribir sobre el fútbol, pero pocos escritores son capaces de encontrar un hueco como el que ha hallado el autor de Poesía y patadas (Ed. Córner), un relato original «para conmemorar los cien años de relación entre dos pasiones muy distintas, pero cada día más inseparables», el balompié y la literatura.
Poesía y patadas va de eso, aunque «no pretende ser un recopilatorio histórico», sino una compilación de las cuatro pasiones del autor: lectura, escritura, fútbol y el trabajo de librero. Ello le ha llevado seis años a Ortiz, quien antes había escrito Fuera de juego (Caballo de Troya, 2013) y La inmensa minoría (Literatura Random House, 2014). Además, lo hace en un español que roza la perfección —el autor reconoce que todavía está aprendiendo a escribir—, algo poco habitual en los tiempos del copia-pega y del Whatsapp, por desgracia.
Un partido de fútbol literario
El libro está planteado como un partido de fútbol, porque «la lectura de un partido se parece a la de un libro». Consta de Calentamiento, Peloteo, Primer y Segundo tiempo (con 45 textos referenciados en cada parte) y Descuento, así como una dedicatoria a Eduardo Galeano. Y la escritura favorece esa sensación de contienda, con momentos muy vibrantes y otros, menos llamativos, como lo que vive el aficionado cada domingo. Hay que destacar que la evolución del deporte queda bien reflejada en cada página, y la aprecia el lector a medida que las devora, ya que los textos de Ortiz dibujan claramente dos puntos clave en la historia del balompié: su profesionalización y prostitución y la lenta aceptación de la mujer, ya sea como aficionada o como jugadora.
Personalmente, me encanta el Calentamiento, con su breve repaso por los orígenes del fútbol (¿nació realmente en Inglaterra?), para ir abriendo boca. También el Peloteo, la hemeroteca futbolística literaria del primer cuarto del siglo XX (y un poco más), cuando se jugaba por placer; y el Segundo tiempo (con sus Cinco minutos de descuento), tal vez porque me es más familiar y denuncia casos poco recogidos en los medios de comunicación deportivos: la parte más oscura de este millonario negocio, del llamado deporte rey (¿o reina?). Es, sin duda, el mejor homenaje a la literatura balompédica.