El bar de Nápoles que tiene una ‘capilla’ dedicada a Maradona ¡con pelo de ‘El Pelusa’!

El Bar Nilo, en Nápoles, guarda pelo de Maradona / JÚLIA MELIÀ

Bruno, propietario del establecimiento, cogió el mechón del astro argentino del reposacabezas de un avión; hoy, el Nilo es una parada obligada para los aficionados

Ubicado en la vía San Biagio dei Librai, el local tiene dos accesos, aunque uno permanece cerrado. El establecimiento apenas dispone de tres mesas en la calle y una pequeña barra en el interior. La fachada está llena de grafitis. Y contiene muchas referencias al Nápoles… y a Maradona. Nada que llame la atención en esta ciudad italiana tan devota del astro argentino.

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Pero el pequeño Bar Nilo, que estuvo cerca de desaparecer durante la pandemia del coronavirus a causa de las restricciones, guarda algo que no hay en ningún otro lugar de la ciudad, ni siquiera en el cercano Museo Maradona: una reliquia de El Pelusa, un mechón de pelo. Supe de ella años atrás por el malogrado Juan Carlos Pasamontes. Pero todo ha cambiado.

Un paquete de tabaco

Hoy, el encargado del Nilo, un hombre de 35 años que lleva 20 en el bar sirviendo cafés, resume la historia que ha escuchado tantas veces de la boca del dueño, Bruno Alcidi. Una historia que tiene cerca de cuatro décadas. Dice así: «[Alcidi] coincidió con Maradona en un vuelo del Nápoles y cogió el mechón de su reposacabezas».

La versión extendida (aunque no mucho) la ha compartido el protagonista del hallazgo en más de una ocasión, en distintos medios. En palabras de Alcidi, todo comenzó con el Milan-Nápoles de la temporada 1989-90. El equipo lombardo se impuso 3-0, y tocaba regresar con la cabeza gacha. Entonces, era habitual que equipos y otros pasajeros coincidiesen en el mismo avión, aunque los deportistas eran los primeros en bajar de la aeronave.

Lugar de peregrinaje

Eso lo aprovechó Alcidi, más listo que nadie, para fijarse en el asiento en el que se había sentado Maradona y observar que allí, en el reposacabezas, habían quedado pegados unos pelos del característico peinado del futbolista. Los cogió y los guardó en su paquete de tabaco. Y lo que empezó casi como una broma, como una anécdota, es hoy un lugar de peregrinaje maradoniano.

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De vuelta a la actualidad, el mozo del bar detalla poco más, aparte de explicar cómo ha evolucionado ese altar dedicado a su D10S: de ser un pequeño homenaje colgado en la fachada, con el «capello miracoloso di Diego Armando Maradona», como lo anunciaban, enmarcado, a convertirse en una auténtica capilla que se expone hoy en el interior del Nilo.

Al nivel de San Genaro y del Papa

El mechón de Maradona, hoy expuesto dentro de una pequeña urna giratoria, está rodeado de imágenes y figuras del jugador, pero también de estampas de San Genaro, de San Giuseppe Moscati, de la Virgen del Rosario de Pompeya y hasta de miniaturas del Papa y del cantante Pino Daniele. Los visitantes van ampliando ese templo, cada vez más grande.

Eso sí, el cartel que aseguraba que ese pelluzgón era «milagroso» ha dejado paso a otro menos místico que solo menciona que se trata de «pelo original» de Maradona. Y no se puede fotografiar a menos que se pida una consumición. De lo contrario, avisa otro rótulo, la cámara o el móvil podrían «explotar» en las manos de quien osara hacerlo y «sería una pena». Humor napolitano.

Portada del libro 'El árbol del Barça', de Gerard Mateo / FOTOMONTAJE DE PdF

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