Axel Torres y Víctor Cervantes cuentan sus aventuras en ‘El faro de Dalatangi’ (Contra), con preciosas fotografías de Edu Ferrer
Axel Torres no defrauda. Sus libros son una mezcla de reflexiones, vivencias y mucho fútbol. Pero de ese fútbol que (casi) solo le interesa a él, el desconocido para el gran público, el de los equipos pequeños de países con escasa tradición balompédica y menos éxitos deportivos. Como Islandia, el Estado más occidental de Europa.
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Allí se marchó unos días hace ya unos cuantos años, meses antes de la Eurocopa del 2016, convencido por un Víctor Cervantes obsesionado con uno de los grandes jugadores que ha dado el país: Eidur Gudjohnsen. Cada uno tenía sus metas en ese viaje, y ambas quedan plasmadas a la perfección en El faro de Dalatangi (Ed. Contra), de 2017. Un relato que, pese a la distancia, no envejece. Es certero. O, como dice Jorge Valdano, «bello y sorprendente, este libro se acerca mucho a la esencia del fútbol».
Ocio y negocio
En efecto, Cervantes andaba tras los pasos de Gudjohnsen, mientras Torres buscaba una suerte de retiro espiritual. Necesitado de salir de la vorágine del negocio periodístico actual, quería alejarse de todo, desconectar, descansar, volverse a apasionar yendo a la raíz de esta profesión, a contar historias en las que nadie había caído. Dar voz a los protagonistas de este deporte, y no a los del negocio que lo corrompe todo. Parece que lo logró, aunque quedó prendado del faro de Dalatangi, el lugar habitado más remoto de la isla.
Entre esas «postales islandesas del verano previo a la gesta futbolística» (pues la selección de Islandia hizo historia en la Eurocopa del 2016 al alcanzar los cuartos de final), como es evidente, no faltan las referencias futboleras, las visitas a los campos de equipos históricos en la isla, pero que fuera de ella casi nadie conoce, lo que permite que este deporte siga siendo eso, un deporte, alejado de los focos del dinero. También se topan con jugadores españoles que se sacan un extra en verano, meses en los que se disputa allí la liga, mientras compaginan los partidos con trabajos que les encuentran los clubes. ¡Hasta pueden hablar con el seleccionador nacional, el dentista del pueblo, Heimir Hallgrimsson, de modo improvisado!

¿Qué es el éxito?
El relato es una delicia; las fotografías, también. Lo uno y lo otro invitan a pensar en si vivimos la vida que queremos o la que se nos impone sin que nos demos cuenta. El ajetreo de la civilización contra la paz de la naturaleza. El estrés y las prisas del capitalismo en busca de una alegría efímera o un camino más reposado y feliz. ¿Qué es el éxito? ¿Ser famoso o disfrutar de cada momento? Ese debate filosófico también está presente en las conversaciones de los dos protagonistas, tan distintos y parecidos a la vez.
El faro de Dalatangi se lee en un rato, es ágil y ameno. Pero, dicho esto, también hay que mencionar algunos gazapos de los autores, alguno más grosero que otro. En el caso de Axel Torres, en ocasiones tiene despistes con la concordancia, como cuando dice que el Barcelona era «uno de los equipos que mejor movió la pelota», cuando lo correcto es «uno de los equipos que mejor movieron la pelota», y también se olvida de acentuar «aún». Sin embargo, los ojos sangran con el «andé» de Cervantes. No es don Miguel.
