Expresiones como «es una falta como un piano» son recurrentes en el argot balompédico
El fútbol es un deporte de pasiones y sentimientos, y ello conecta a menudo con las exageraciones e hipérboles, sobre todo en momentos cruciales como una falta o un gol.
De este modo, son frecuentes expresiones como «es una falta como un piano», «es un gol como una catedral» y «es una falta como una casa de payés», entre otras.
Tangibles e intangibles
Estas exageraciones acostumbran a salir de las entrañas de quien las pronuncia a modo de queja o indignación, cuando considera que el árbitro se ha equivocado al no señalar una falta o al no conceder un gol que, a ojos del espectador, debía subir al marcador.
Asimismo, resulta curioso que se recurra a elementos tangibles, y muy grandes, para defender intangibles como un tiro libre o un tanto.
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